Succión digital (chuparse el dedo), ¿cuándo parar?
Chuparse el dedo es uno de los hábitos más comunes de ver durante la infancia, el cual en algunos casos puede llegar a prolongarse hasta la adolescencia o adultez. ¡Así como lo lees! Hay adultos que lo siguen haciendo, buscando tranquilizar su ansiedad o stress.
¿A qué se debe?
En los primeros años de vida, chuparse el dedo es un comportamiento natural e instintivo que brinda confort y calma, así como lo hacen los bobos (chupetes) o las mantas. Para muchos, los hace sentirse seguros y protegidos.
A medida que el niño va adquiriendo mayor conocimiento de su entorno y su relación con los demás, este hábito debe ir cesando.
Si se elimina antes de los 3 años, cualquier cambio dental que haya ocurrido puede corregirse espontáneamente.
Si el hábito perdura pasado esta edad, lo más probable es que tenga problemas en su mordida y necesitará ayuda para eliminarlo. Es aquí donde el trabajo en equipo que hacemos juntos a los papás es fundamental.
Podemos colocar aparatos que nos ayuden, así también como aplicar técnicas en casa y reforzamiento positivo para lograr los mejores resultados.
¿Qué consecuencias trae chuparse el dedo?
Ampollas y callosidades en el dedo por succión excesiva
Mordida Abierta (los dientes de arriba y abajo no contactan)
Mordida Cruzada (los dientes de arriba se encuentran por detrás de los de abajo)
Paladar estrecho debido la presión ejercida por el dedo
Dientes desplazados