Succión digital (chuparse el dedo), ¿cuándo parar?

Chuparse el dedo es uno de los hábitos más comunes de ver durante la infancia, el cual en algunos casos puede llegar a prolongarse hasta la adolescencia o adultez. ¡Así como lo lees! Hay adultos que lo siguen haciendo, buscando tranquilizar su ansiedad o stress.

¿A qué se debe?

En los primeros años de vida, chuparse el dedo es un comportamiento natural e instintivo que brinda confort y calma, así como lo hacen los bobos (chupetes) o las mantas. Para muchos, los hace sentirse seguros y protegidos.

A medida que el niño va adquiriendo mayor conocimiento de su entorno y su relación con los demás, este hábito debe ir cesando.

Si se elimina antes de los 3 años, cualquier cambio dental que haya ocurrido puede corregirse espontáneamente.

Si el hábito perdura pasado esta edad, lo más probable es que tenga problemas en su mordida y necesitará ayuda para eliminarlo. Es aquí donde el trabajo en equipo que hacemos juntos a los papás es fundamental.

Podemos colocar aparatos que nos ayuden, así también como aplicar técnicas en casa y reforzamiento positivo para lograr los mejores resultados.

Caso de paciente de 7 años de edad, con mordida abierta anterior por hábito prolongado

¿Qué consecuencias trae chuparse el dedo?

  • Ampollas y callosidades en el dedo por succión excesiva

  • Mordida Abierta (los dientes de arriba y abajo no contactan)

  • Mordida Cruzada (los dientes de arriba se encuentran por detrás de los de abajo)

  • Paladar estrecho debido la presión ejercida por el dedo

  • Dientes desplazados

Si tu niño/a tiene este hábito, te exhorto que busques orientación y le ayudes a dejarlo a tiempo.

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