Onicofagia: hábito de morderse las uñas
Morderse las uñas es una condición crónica, repetitiva y compulsiva por naturaleza y de la que muchos se avergüenzan, pero es importante prestarle atención.
¡Aquí te cuento lo que debes saber!
Generalmente la vemos en niños y adultos jóvenes
No existe una razón exacta de por que las personas toman este hábito, ya que cada uno lo experimenta de manera diferente.
Algunos lo hacen consiente y otros sin darse cuenta en momentos específicos.
Se ha asociado a un signo de estrés, ansiedad e inestabilidad.
Existen estudios que confirman que, si los padres tienen antecedentes de morderse las unas, los hijos tienen un riesgo de 3 a 4 veces mayor de desarrollarlo.
Los mordedores compulsivos son más susceptibles a infecciones bucales porque hay más posibilidades de pasar bacterias y hasta hongos desde el dedo a la boca.
La presión de la mordida puede provocar:
Movilidad en los dientes
Astillado o fractura de bordes dentales
Reabsorción de la raíz
Problemas en la Articulación Temporo Mandibular (ATM) por el movimiento constante hacia adelante de la mandibula
Inclusive, estas fuerzas pueden apiñar o rotar dientes
El tratamiento es multidisciplinario e individualizado a cada persona.
En caso de los niños y adolescentes, es importante trabajar en equipo con los papas, así como profesores y personas cercanas que nos ayuden a cambiar la conducta y reforzar de manera positiva. No ridiculizarlos! Hacerlos conscientes del problema y las posibles consecuencias que esto trae.
Una alternativa es colocar un esmalte de una con mal gusto o una curita (vendaje adhesivo) que cubra la uña para que rechace y deje el hábito.
Así también, como cuidar la higiene de las uñas y de la cavidad bucal con la ayuda de un profesional.
Si es hábito llega hacer compulsivo y crónico, es recomendado visitar un terapeuta psicológico que oriente y busque el causal de dicha situación.
Un mal hábito corregido a tiempo nos puede evitar serios problemas a futuro.
Fuente: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32964094/